Para llegar a Muscat, la capital, debemos elegir entre una ruta por las montañas del interior, o la carretera que costea el Golfo de Omán. Nos decantamos por la segunda opción y nos encontramos con un país por el que resulta cómodo pedalear. Tranquilas carreteras, pequeños pueblos... Este fértil litoral concentra la escasa población del país (algo más de dos millones), pero por lo que comprobamos en las familias que nos acogen (todas por encima de los diez hijos) en poco tiempo lo superpoblarán. 
Pueblos blancos, vestimentas blancas y mujeres con alegres colores, que sólo vemos sentadas en los portales de las casas al caer el sol.
2 comentarios:
Kaixo Kompas!!
Como siempre por estas fechas la locura de las compras y de la loteria se ha apoderado de las almas de los habitantes de estos "lares", ¿Donde estara el espiritu Navideño?
Que suerte tienen algunos de estar alejados de todo esto.
Como ya sabeis por aquí ya han caido los primeros copos y yo ya tengo preparados mis "esquis" para darme un paseito por Opakua. Espero daros un poco de envidia, aunque sea un poquito.
Besos. eddy.(Antiespiritunavideñoyotrosespiritus)
Ketalporaí ?
Pues no. No nos ha tocado la lotería. Así que nos va a ser imposble aparecer por ahí con las cuchillas de la Epilady. Qué se le va a hacer. Lo unico seguid mandándonos fotografías, que es la unica manera de poder acompañaros por esos caminos de Alah. Beberos un chupito de ron por todos vuestros seguiinternautas. Suerte y gabon ! Dorletaitor.
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